El docente Capacitador, HECTOR VILLAJUAN M. del AREA DE FORMACIÓN CIUDADANA Y CIVICA, nos ha remitido el siguiente artículo para compartirlo con ustedes,
Dentro de las búsquedas actuales de la Pedagogía Contemporánea que pretenden enriquecer el quehacer educativo con los permanentes aportes que van entregando las diversas ciencias y disciplinas, se encuentra la llamada "Pedagogía del humor". Sí bien es cierto que generar toda una pedagogía que se fundamente y desarrolle en el humor pudiese parecer un poco exagerado, justamente se pretende elevar la categoría de sus aportes de lo que habitualmente se le ha enfocado: estrategias ocasionales que se centran solo en situaciones absurdas, chistosas o divertidas.
Hoy en día, el análisis de esta actitud de vida que es el "buen humor", esta generando que sea reivindicada como una parte sustancial de toda persona y por tanto, de toda sociedad y cultura. Su aporte se reconoce no solo en cuanto a desarrollar una mejor forma de enfrentar la vida con todo lo que implica: Una convivencia más adecuada, mejor salud mental, abrirse a más posibilidades, etc., sino también abrirse a nuevas derivaciones que se han descubierto recientemente.
Ello significa en especial considerar tanto su incidencia en el desarrollo cognitivo, como incluso en el reforzamiento del aparato inmunológico del ser humano, lo que esta llevando a tomar más en serio esta fuente de sentidos y recursos que es el "buen humor integrado a la pedagogía" como quizás debería denominarse. Sin embargo esta "integración" no debe verse solo como el desarrollo de criterios y la aplicación de recursos curriculares para enriquecer el ambiente humano, o los objetivos y actividades que se seleccionen, sino un "todo mayor" que entrega nuevas perspectivas tanto a la concepción del ser humano - del niño y del educador por consecuencia como a través de ellos a la sociedad y la cultura.
El buen humor vendría a ser una tendencia o una actitud, que implica poner un conjunto de energías positivas en marcha, que como tal favorece en forma integral al individuo, y que se debe convenir en una estrategia personal y social de relación crecedera.
Este concepto lo consideramos adecuado por las siguientes razones:
• Al señalarse que es una tendencia o actitud, implica que es educable a partir de un substrato básico que tenemos todos los seres, humanos, por lo que se puede crecer en este aspecto.
• La integridad del buen humor la vemos por involucrar y afectar positivamente tanto aspectos físicos, cognitivos, afectivos de la persona (en lo emocional y social) lo que es una de las premisas básicas del trabajo pedagógico.
• El enfoque de que el humor además de permitir el desarrollo sano e integral de cada individuo, debe en su expresión externa constituirse en una estrategia social crecedora para la propia persona y los otros, deja de lado las concepciones irónicas , sarcásticas que a veces toma esta tendencia, y que en el campo de la educación no deben tener lugar.
Por esto es que la literatura especializada, esta cada vez tratando mas temas como el amor, el optimismo, lo resiliente, y perdiéndole el miedo a expresiones como la búsqueda del bienestar, o en definitiva de la felicidad. Seligman señala que en general el tener una actitud pesimista u optimista no es genético propiamente tal; depende del ambiente de la actitud de las personas que rodean a un niño y de la dotación que se haga de instrumentos psicológicos para asumir esa actitud ejemplo de esto último serían las conductas preventivas como la búsqueda de soluciones frente a un problema. O la solicitud de apoyo social para salir del "autofoco" en que muchas veces se cae.
En este ámbito el tema de la resiliencia o "capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado", adquiere especial importancia. Al respecto Hewitt y Heldermann (1998) señalan la relevancia de potenciar las fortalezas internas, autoestima y el sentimiento de ser competente; las competencias culturales, la identificación y expresión de sentimientos: la empatía, la perseverancia, la responsabilidad, la habilidad para reconocer causas y efectos, la habilidad para sostenerse, habilidad para resolver problemas y desarrollo del optimismo y de la esperanza. Respecto a estas últimas señalan que son fortalezas que influyen en las otras, y que sí los niños tienen un sentimiento de esperanza de que se pueden superar ciertos problemas, incluso las dificultades más persistentes no influirán tan fuertemente en sus futuros.
En síntesis por todo lo expresado, el humor es sano y se constituye en un "arte de vivir" ya que el "sentirse bien" es la máxima búsqueda del ser humano. Así permite asumir las pequeñas dificultades de la vida sanamente, tener estrategias para enfrentar las adversidades y centrar los mayores esfuerzos en lo realmente complejo con una mejor disposición. Por ello la "Pedagogía del humor" recoge todo este aporte y lo lleva al desarrollo.
BIBLIOGRAFÍA
Hoy en día, el análisis de esta actitud de vida que es el "buen humor", esta generando que sea reivindicada como una parte sustancial de toda persona y por tanto, de toda sociedad y cultura. Su aporte se reconoce no solo en cuanto a desarrollar una mejor forma de enfrentar la vida con todo lo que implica: Una convivencia más adecuada, mejor salud mental, abrirse a más posibilidades, etc., sino también abrirse a nuevas derivaciones que se han descubierto recientemente.
Ello significa en especial considerar tanto su incidencia en el desarrollo cognitivo, como incluso en el reforzamiento del aparato inmunológico del ser humano, lo que esta llevando a tomar más en serio esta fuente de sentidos y recursos que es el "buen humor integrado a la pedagogía" como quizás debería denominarse. Sin embargo esta "integración" no debe verse solo como el desarrollo de criterios y la aplicación de recursos curriculares para enriquecer el ambiente humano, o los objetivos y actividades que se seleccionen, sino un "todo mayor" que entrega nuevas perspectivas tanto a la concepción del ser humano - del niño y del educador por consecuencia como a través de ellos a la sociedad y la cultura.
El buen humor vendría a ser una tendencia o una actitud, que implica poner un conjunto de energías positivas en marcha, que como tal favorece en forma integral al individuo, y que se debe convenir en una estrategia personal y social de relación crecedera.
Este concepto lo consideramos adecuado por las siguientes razones:
• Al señalarse que es una tendencia o actitud, implica que es educable a partir de un substrato básico que tenemos todos los seres, humanos, por lo que se puede crecer en este aspecto.
• La integridad del buen humor la vemos por involucrar y afectar positivamente tanto aspectos físicos, cognitivos, afectivos de la persona (en lo emocional y social) lo que es una de las premisas básicas del trabajo pedagógico.
• El enfoque de que el humor además de permitir el desarrollo sano e integral de cada individuo, debe en su expresión externa constituirse en una estrategia social crecedora para la propia persona y los otros, deja de lado las concepciones irónicas , sarcásticas que a veces toma esta tendencia, y que en el campo de la educación no deben tener lugar.
Por esto es que la literatura especializada, esta cada vez tratando mas temas como el amor, el optimismo, lo resiliente, y perdiéndole el miedo a expresiones como la búsqueda del bienestar, o en definitiva de la felicidad. Seligman señala que en general el tener una actitud pesimista u optimista no es genético propiamente tal; depende del ambiente de la actitud de las personas que rodean a un niño y de la dotación que se haga de instrumentos psicológicos para asumir esa actitud ejemplo de esto último serían las conductas preventivas como la búsqueda de soluciones frente a un problema. O la solicitud de apoyo social para salir del "autofoco" en que muchas veces se cae.
En este ámbito el tema de la resiliencia o "capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado", adquiere especial importancia. Al respecto Hewitt y Heldermann (1998) señalan la relevancia de potenciar las fortalezas internas, autoestima y el sentimiento de ser competente; las competencias culturales, la identificación y expresión de sentimientos: la empatía, la perseverancia, la responsabilidad, la habilidad para reconocer causas y efectos, la habilidad para sostenerse, habilidad para resolver problemas y desarrollo del optimismo y de la esperanza. Respecto a estas últimas señalan que son fortalezas que influyen en las otras, y que sí los niños tienen un sentimiento de esperanza de que se pueden superar ciertos problemas, incluso las dificultades más persistentes no influirán tan fuertemente en sus futuros.
En síntesis por todo lo expresado, el humor es sano y se constituye en un "arte de vivir" ya que el "sentirse bien" es la máxima búsqueda del ser humano. Así permite asumir las pequeñas dificultades de la vida sanamente, tener estrategias para enfrentar las adversidades y centrar los mayores esfuerzos en lo realmente complejo con una mejor disposición. Por ello la "Pedagogía del humor" recoge todo este aporte y lo lleva al desarrollo.
BIBLIOGRAFÍA
• HOLDEN, Roben. 1998. "la risa mejor medicina" Ontro España.
• LOOMANS D. Y K. KOLBERG ". 1993. The Laughing Classroom. USA.
• LOWEN A. "La experiencia del placer". 1998. Paidos España.
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